Adiós a Gregorio Ayuso Herrero
Santander, 11 de marzo de 2008
Se nos fue un segoviano, nacido muy cerca de la Granja, que él nunca olvidó. Después de ser sometido, a una rutinaria operación de cadera, a Ayuso le persiguió un periodo acelerado de contratiempos y complicaciones que le llevaron a la sepultura.
El postoperatorio fue un encadenamiento de reveses y sufrimientos, que contra todo pronóstico le llevaron a ese desenlace inesperado y fatal.
Fue para Goyo; nombre como le conocían los íntimos y los vecinos de Cueto, (su segunda patria) el pueblo, que le deparo grandes amigos, desde el día ya lejano en que por motivos laborales y al contraer matrimonio con Carmen en el vivió.
Nos deja una estela en la que se distinguió de forma notoria. Extrovertido, abierto, y prudente al mismo tiempo, cultivando la amistad como su meta preferida, siempre gozó de amigos a los que él correspondía, con compromiso fiel. Su coche siempre estuvo presto para trasladar a todo el que encontraba en su camino. Y los suculentos frutos que cultivó con mano experta ¿Quien no los probó?
La vida laboral de Ayuso, transcurrió en gran parte, entre los trabajos más arriesgados y penosos, donde nos dio una lección de pundonor y ejemplo, que me atrevería a decir no superó nadie en la Cantabria telefónica. Se suma Goyo por motivos propios a tantos compañeros que nos van dejando y que serán ya imposibles de reemplazar. Ya las comidas y celebraciones que frecuentemente compartimos, no serán los mismos sin ti.
Amigo Goyo: las fuerzas y los ánimos se nos van apagando ante tan reiteradas ausencias. Para tus hijos, nietos y familia el más sentido pésame. Y a ti: Un póstumo abrazo...¿Fuerte, muy fuerte!
Luis Campos. Grupo de Mayores-Telefónica. Cantabria