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En recuerdo de Julián, de la cafetería Erika

Santander, 1 de julio de 2011

En recuerdo de Julián, de la cafetería Erika

Con una profunda tristeza, al leer la esquelas del Diario, nos encontramos con la noticia del fallecimiento de Julián Pérez Solar, Julián 'hijo', de la cafetería Erika en el Sardinero de siempre. Nuestro Erika de los fines de semana, que frecuentamos ya sesentones y al que hace muchos años, bajo la denominación de Lotto, acudiamos los jóvenes de dieciocho años a tomar nuestros primeros vinos y pinchos de tortilla, bajo la tutela de su padre, Julián Pérez Femández. Allí parábamos todos los días, durante las vacaciones. Cuando tuvimos que salir de Santander para estudiar, al retornar a casa, siempre quedábamos donde 'Julián'.

Seguimos acudiendo primero con la novia y después con la esposa y allí conocimos al pequeño Julián, cuando acudía a buscar a su padre y años después cuando se incorporó al negocio. Pese a la diferencia de edad, siempre nos atendió sin perder la calidad del trato que nos dispensó su padre.

A su familia e hijos nuestra comprensión y entendimiento por el gran dolor de la pérdida de un hombre tan joven y tan necesario para ellos. Pero a su padre Julián, la persona más trabajadora y generosa que existe en todo el comercio de la Plaza de Italia, con su voz quebrada, únicamente le podemos decir que todos sus amigos hoy también tenemos la voz y el corazón quebrados por el dolor y pese al hueco que nos deja, seguiremos frecuentando la barra del Erika hasta que Dios disponga cuando tengamos que ir desapareciendo.