José Antonio de Berrazueta, un odontólogo pionero
Santander, 5 de junio de 2008
José Antonio de Berrazueta Alonso, el colegiado más antiguo del Colegio de Odontólogos de Cantabria, falleció el pasado martes de forma repentina a los 92 años. El doctor Berrazueta fue el introductor de los tratamientos de ortodoncia en Cantabria en los años 50, terapias que popularizó al realizarlas a miles de niños en el Hospital de Santa Clotilde en Santander.
José Antonio de Berrazueta Alonso nació en Santander el 5 de diciembre de 1915. Su padre fue director de la estación de Santander del ya desaparecido ferrocarril Santander-Ontaneda. Tras realizar los estudios de bachillerato en el Instituto Santa Clara, realizó estudios de profesor mercantil en la Escuela de Comercio, en cuyas aulas conoció a Micaela Fernández González, su primera mujer con quien tuvo 8 de hijos. Posteriormente inició los estudios de Odontología en Madrid, que finalizó en 1941. Después de ejercer en distintos pueblo de la provincia de Santander y Asturias, montó la consulta en la calle Cisneros 70 y después un taller de prótesis.
En los años 50 se modifican los estudios universitarios de Odontología, y a partir de entonces y durante los próximos cuarenta años, se convierte en una especialidad médica, para la que se exigen los estudios previos de Medicina. El hecho de que los nuevos especialistas pudieran llegar a tener unos derechos profesionales que pudieran no ser iguales para los antiguos dentistas, le llevó a realizar los estudios de Medicina en la Universidad de Salamanca, ya con numerosos hijos y trabajando a diario en distintas localidades, y en 1955 termina los estudios de Medicina. Las horas robadas al sueño y al ocio fueron muchas; eran tiempos difíciles y aquellas fueron las horas que formaron los cimientos de una exitosa dedicación a la profesión.
En la primera mitad de los años 50 comienzo a desarrollar una consulta de Odontología en el Sanatorio de Santa Clotilde de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios, que con el paso del tiempo se transforma en una clínica donde se realizan numerosos tratamientos de ortodoncia social. Paralelamente consiguió con el número uno las oposiciones al Cuerpo de Dentistas de Casas de Socorro de Sanidad Local y más tarde las oposiciones a Dentistas de la Seguridad Social. Por esa época también es uno de los primeros odontólogos españoles que inicia los tratamientos ortodónticos en nuestro país, y el primero en Santander. Socio fundador de la Sociedad Española de Ortodoncia, organizó varios congresos ortodónticos en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Patentó algunos aparatos para poder modelar los arcos que se emplean en estos tratamientos y desarrolló distintos tipos de ortodoncia fija y móvil con modificaciones y adelantos personales lo que le llevó a intervenir en distintos congresos de la especialidad. En la década de 1970 inició junto con su colega y amigo, el doctor Francisco Calatayud, tratamientos que hoy se han popularizado y convertido en fundamentales en el tratamiento odontológico, los implantes dentales. Su éxito profesional sirve de guía para una mayoría de sus hijos y nietos, que han seguido su estela profesional, como Roberto, Pedro, Manuel, Carlos, María, Marta, Luisa y Pedro.
Fue tesorero del Colegio de Odontólogos de Santander durante muchos años, sentimiento corporativo que supo transmitir a sus hijos, ya que tres de ellos, José Ramón, Miguel Ángel y Manuel Jesús, han ocupado la presidencia de los colegios profesionales de Médicos, Aparejadores y Odontólogos respectivamente. Una buena saga con un excelente guía. Pero además fue un excelente deportista, un gran lector y amigo de sus amigos.
Que descanse en paz.