La joven Paula Lavín Gutierrez, en nuestra memoria

Arredondo, 13 de septiembre de 2008

Para Pauli:

Se dice que hay gente de la que otros toman ejemplo. Se trata de gente que transmite con pequeños detalles felicidad, gente a la que envidiamos por saber disfrutar de pequeñas cosas. Así era Pauli Lavín Gutiérrez, que nos ha dejado cuando su vida se abría al mundo, a los veinte años de edad.

Dios desde el cielo mando a la pequeña Pauli una enfermedad diez años atrás. Ni yo ni nadie entendimos en un principio que se puede sacar de bueno en esto. Pero quien ha tenido la suerte de visitarla a menudo, de pasar esos ratos con ella junto a su cama quizás ahora al final de todo esto, haya llegado a comprenderlo.

Pauli Lavín ha sido como un angelito, enviado para transmitir esa paz que nadie como ella había transmitido. Para mi era una alegría ir a pasar un rato junto a ella, pues con su mirada me animaba y con su risa me hacia reír.

Así que ahora que ya estas en el cielo Pauli te doy las gracias. En mi nombre y en el de todos los que hemos tenido la suerte de compartir contigo tu sonrisa te agradecemos el fantástico ejemplo de entrega y dignidad con el que supiste desde el primer momento afrontar tu fatal enfermedad.

Que Dios te bendiga