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Lágrimas extremeñas por una santoñesa

Santander, 11 de enero de 2008

Lágrimas extremeñas por una santoñesa

Como muchas tardes, en este mes de diciembre, me suelo perder, con mi viejo caballo, en la sierra que llaman de La Cabrera, aquí en la zona norte de Cáceres, en Segura de Toro, en pleno corazón del valle del Ambroz; ahora tenemos la manía de llevar el móvil encima.. por si pasa algo, es lo que me dicen todos, y más en estas sierras tan solitarias y tan bellas, muy parecidas al paisaje de mi querida Santander.

Detengo el caballo porque el móvil suena en el interior de mi vieja cazadora, hace frío, mucho frío; al otro lado me dicen cosas que me hacen cerrar los ojos. Car, mi querida Mari Carmen Echave se ha ido, se ha marchado. Me bajo del caballo y lloro desconsoladamente.

En el otoño de 1970 llegué a Santoña para cursar el bachiller en el Patronato Militar Virgen del Puerto; allí pase ocho maravillosos años; pronto, la familia que regentaba el bar de las BBB me acogió como un hijo más. Curry, qué decir de ella, una madre para mí. Don Pablo Echave, el maestro de toda la vida.. cuántas y cuántas cosas me enseñó. Carmina, la abuela, cómo me protegía. El abuelo, callado, siempre en la huerta. Julita y aquellas cestas de patatas fritas que me hacía. Rosa, Sebas.. Y los niños de entonces Pablito y Mari Carmen (Car) (a David le conocí muy pequeño).

Hace poco el Ayuntamiento de Santoña le ha otorgado LA MEDALLA al Patronato Militar Virgen del Puerto, esta Medalla, si me permiten, un trocito de ella, también pertenece a las BBB y a toda esta familia, ya que durante muchísimos años los niños y mayores que pasaron por el Patronato, mas de siete mil, allí comprábamos las golosinas, tomábamos café, cigarrillos...

Con el paso de los años se han ido marchando los miembros de esta querida familia, y ahora Car, Mari Carmen, tan joven... Deciros que os quiero. Vuelvo a montar en mi viejo caballo y despacio, muy despacio, navego en la bahía de Santoña.