Borrar

Lute, in memóriam

Santander, 19 de marzo de 2011

Lute, in memóriam

Esta semana nos dejó Ricardo Casares Señas (Lute, para la mayoría). Un cáncer sibilino y certero terminó tan rápido con él que apenas le deja marcas visibles. Porque Ricardo que se sentía poderoso por ser grande, fuerte y "todo músculo", cree que la batalla la va a ganar él y no cuenta -él que es una persona noble-, con que es una enfermedad traicionera que pelea con viles artes. Así que la contienda la gana finalmente el cáncer, que le arrebata la vida, pero la victoria es para Ricardo. Porque una victoria es la suma de muchas batallas.

Escribo pensando en el sentir general reflejado en un silencio que lo dice todo. Porque todos hemos enmudecido con su partida. Estos días en Cucayo-Dobres, aunque el sol brilla, los pájaros cantan, la primavera empieza a brotar y las aguas del desnieve llenan el pozo de Los Llaos, se siente una contención en el aire. La naturaleza y la vida siguen su curso -como debe ser-, pero nosotros andamos ralentizados.

Cuando plasmo estas líneas pienso que no soy ni la más amiga, ni la más cercana, ni la que más le conocía. pero sí somos del mismo pueblo. Una comunidad pequeña, condición que determina la forma de relacionarse. Donde el sentimiento de pertenencia es sólido y hace que cada vida, cada persona, cada historia, forme parte de un todo y, cuando falta una pieza, nos quedemos un poco huérfanos, incompletos, como si de un puzzle se tratara. Así nos sentimos.

Te vamos a echar de menos, a la "hora del blancu", tus discusiones vehementes en los temas que te gustaban (el fútbol, la política, el monte, la caza), tus historias de lupanares, tus conocimientos del monte y de nuestra fauna. pero ten por seguro que cada recuerdo irá siempre acompañado de una sonrisa. Lo normal es pensar qué pronto te has ido. Pero, ¿por qué no pensar que en una vida de 53 años puede caber mucho más que en otra más larga? ¿Acaso la intensidad de la vida se puede medir en años?

Viviste libre, que es más importante, y nos demostraste que quien no tiene miedo a vivir tampoco teme a la muerte. La grandeza de una persona se mide por el vacío que deja, y tú -estabas en lo cierto-, eres poderoso y fuerte y grande.

De todos los que te llevaremos siempre en el recuerdo.