NECROLOGICA/EUSEBIO ALBALA GONZALEZMaestro de generaciones

Santander, 20 de mayo de 2011

Después de 87 de vida sencilla, silenciosa, discreta e imprescindible ha muerto Eusebio Albalá González, un hombre en el sentido machadiano de la palabra, bueno. Tratar de elogiarle una vez fallecido sería un insulto a quien en vida demostró entereza, generosidad, entrega y sinceridad. Cientos de personas, todos los que fueron sus alumnos en las escuelas de Sniace, seguramente que al ver hoy su esquela no habrán podido menos que sentir la ausencia de don Eusebio. Muchos de los vecinos de los poblados de Sniace en Torrelavega, se sentirán hoy de luto por la pérdida de quien fue, no sólo su profesor, sino su maestro.

Eusebio Albalá nació en 1924 en la localidad leonesa de San Pedro de Valderaduei aunque siendo un chava se vino a vivir a Torrelavega. Su padre era maestro y también lo fueron sus cinco hermanos. Él, además, era ATS, aunque nunca llegó a ejercer esta profesión. Eso sí, era quien ponía inyecciones, siempre gratis, a todos los vecinos del barrio. Estudió Magisterio en la 'Normal' de Santander y ejerció 28 años en las antiguas escuelas de Sniace, donde se jubiló, y donde educó, con mucha paciencia y cariño, a más de 1.500 alumnos, hijos de trabajadores de la fábrica. Hombre de profundas y enraizadas creencias religiosas, fue peregrino constante especialmente de la Virgen de Lourdes y de Fátima y colaborador constante de la parroquia de San José Obrero de Torrelavega. Gran conversador, extremadamente educado, y abnegado en todas las facetas de su vida, Eusebio Albalá cuidó con entrañable entrega a su esposa, en una larga enfermedad que duró ocho años hasta su fallecimiento. Hace tan solo un año perdía, tras una dura lucha contra el cáncer, a su hija.

Andarín impenitente, hombre cultivado, de exquisito trato siempre será recordado por su amabilidad y bonhomía. Así lo destacaba ayer su hijo Luis Carlos Albalá, diputado regional del PP.