PARA MANUEL MATA
Santander, 23 de julio de 2009
TU ESPOSA, HIJOS Y NIETOS
TE LLEVARAN SIEMPRE EN EL CORAZON
Amigo, a descansar en tu tibia luz,
te vas en tu pequeña motoruca.
Un hombre bueno y sencillo como tú:
Manuel Mata, Manolo, «Matuca».
Siempre fue tu amor la mar sus peces,
el aire libre, tu casa, tu esposa
nietos e hijos (lo bueno), y, a veces,
espinas y aromas, como una rosa.
Y, a lo largo de tu vida, la sonrisa
un ¿Hola amigo? ¡Tomate un vino!
Tu sabes: la bondad no es ir a misa,
es ser honesto y fiel en el camino.
Naces a la vida en tu S. Martín, entre
prados, huertas, árboles y frutas.
Alguna estiba con el buen Kalin,
amigos del colegio, juventud.
Aquellas fiestas con sus romerías,
las navidades pobres y entrañables.
Santos, Martín, Antonio, Fermín; sus días,
años de recuerdos inolvidables, que
culminaban el glorioso día
de la procesión de la Virgen del Carmen.
Y las cosas malas y las cosas buenas
transcurrirán siempre a la orilla del mar
desde entre huertas hasta las arenas
S. Martín de arriba y el de la mar.
Vuestros años de trabajo por el mundo
y los hijos y el grupo Canalejas.
¡Cuanto tiempo hemos vivido juntos!
¡Que de vivencias hay bajo sus tejas!
Y desde este viejo bote que es la vida, hoy,
en el adiós, te deseamos, la paz,
que tu pesca sea muy bien recibida
en playas y mares de la eternidad.
Descansa, amigo.
J. Luis Villazán