Recuerdo de Mari Pi González Martínez
Piélagos, 18 de abril de 2010
«malos tiempos para la lírica»
Como suele ocurrir, una voz amiga te da la noticia, la fatal noticia: Mari Pi ha muerto. Y tu, no reaccionas, piensas que es el destino, que llegó su hora, esa que todos tenemos marcada en resumen las vaguedades habituales.
Pero no. Hay personas, muy pocas, que al terminar su papel en este gran teatro, al hacer su mutis definitivo, dejan en el escenario de la vida un vacío irreparable, porque además de su vida familiar concitan en torno suyo a muchas y variadas personas a las que contagian de su pasión por un tema, en este caso la zarzuela, que en ellas es tanto como su propia vida.
Así era Mari Pi. Puede asegurarse con muy escaso margen de error, que las voces líricas hoy en activo en Cantabria y algunas otras ya en el retiro, en algún momento de su carrera y a veces: la propia carrera, han tenido algo que ver con Mari Pi. No voy a citar ningún nombre, ellas y ellos lo saben aunque no todos lo reconocen.
Había que ver con que paciencia les iniciaba en sus primeros balbuceos líricos que lógicamente educados posteriormente por otras personas de mayor capacitación, han hecho de ellos cantantes profesionales. Pero insisto, encaminados por Mari Pi, por sus consejos y hasta por su implicación en buscarles apoyo económico. Y luego al volar ya solos ¡cuantas decepciones! y que pocos reconocimientos.
Mari Pi, yo personalmente te debo el haber participado modestamente en eventos, que nunca sin tu (cariñosamente) liadas se me hubiese pasado por la cabeza participar. Gracias.
Tu sabes que algunos de tu entorno quisimos hacerte el homenaje que como pocos merecías y que incluso la generosa colaboración de CASYC nos permitió fijar la fecha. Tu modestamente no quisiste que lo lleváramos a cabo y fue una gran lástima.
No revuelvas mucho allá arriba y arráncate alguna vez, con lo que tu tanto querías: El barberillo de Lavapies.