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Tuve hambre y me diste de comer.

Castro-Urdiales, 13 de febrero de 2008

Tuve hambre y me diste de comer...

Qué difícil es reflejar en unas frases los sentimientos de tristeza que se apoderan de tantas y tantas mujeres de Cantabria por la muerte de un hombre. No es un actor, no es un político, no es un modisto, ni tampoco un deportista de moda, es nuestro ginecólogo quien nos ha dejado, el Dr. Oteiza.

Si cualquier médico tiene que transmitir confianza a su paciente, el genecólogo es para la mujer su esperanza. Eso buscamos en él.

Hombre de conciencia recta en quien poníamos nuestros padecimientos e ilusiones. ¿Hay mayor alegría para una mujer que tener un hijo? Este hombre sabía que era colaborador de Dios ayudando a las mujeres a dar vida, con la rectitud de conciencia que sabíams que poseía.

Elisa, confia en él. Ahora en lugar de pedirte tu colaboración será Juan José quien te enviará la suya. Dios escucha a nuestros maridos y les debe dar autorización para continuar protegiéndonos. Confiemos en El y en ellos.

Una paciente y enfermera.

carmen asin