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Falleció Angel Alonso Mendoza, un lebaniego que participó en el Desembarco de Alhuce

Santander, 18 de septiembre de 2008

Falleció Angel Alonso Mendoza, un lebaniego que participó en el Desembarco de Alhucemas

Hace escasas fechas -a punto de cumplir los 105 años de edad- falleció en Santander, donde residía, Ángel Alonso Mendoza, un lebaniego que fue uno de los participantes en el desembarco de las Alhucemas ocurrido el 8 de septiembre de 1925. Su vida, la de un español de principios del siglo XX, presenta un resumen de adversidades, sacrificios y trabajo para salir adelante, primero de joven, y más tarde como cabeza de familia. Recordamos su biografía.

Nacido en 1903 en Alles, pueblo al que se había trasladado su padre, Quinciano Alonso, natural de Cosgaya, para contraer matrimonio con Benita Mendoza, natural de aquel pueblo de la Peñamellera Alta. Al cumplir los siete años se quedó huérfano de madre, enfrentándose a una etapa de miseria en la que el pequeño Ángel se vio obligado a pedir limosna y cuidar ovejas en la zona de los Picos de Europa. Con doce años retornó a Cosgaya donde vivían algunos familiares, y un año más tarde comenzó a trabajar en las minas de Áliva y Liordes. Cuando contaba con dieciséis años abandonó el trabajo en las minas para ir de criado a la casa de un conocido rico propietario de Espinama.

Llamado a filas con veinte años, fue destinado a la guerra de Marruecos participando en el desembarco de Alhucemas bajo las órdenes del entonces jefe del Directorio Militar, Miguel Primo de Rivera, acción de guerra en la que con sus compañeros fue considerado un héroe. En esta operación, Ángel Alonso conoció a uno de los jefes participantes, en concreto el coronel Franco, quien por su actuación al frente de las tropas de la Legión fue ascendido a general.

Después de permanecer en filas cuatro años, volvió a Espinama donde contrajo matrimonio con Paula Díez Arminio, vecina de este pueblo. Por un tiempo, abandonó el trabajo en el campo para ingresar como martillero en la empresa Saltos del Nansa. Animado por emigrantes lebaniegos, poco tiempo después se trasladó a residir en Caracas (Venezuela), regresando a España un año después.

Instalado de nuevo en Espinama -el matrimonio tuvo siete hijos- reinició los trabajos agrícolas y ganaderos, adquiriendo una pareja de bueyes que le permitió trabajar como carretero en los montes. En esta actividad y con su rebaño de ovejas, actuó de extra en la película de Marianela en la que destacó como actriz principal Rocío Durcal. Sin llegar la luz eléctrica a Espinama, abrió una carnicería de pueblo, labores que compaginó con la actividad en el campo a la que se dedicó en cuerpo y alma hasta cumplir los 75 años que se jubiló. Su esposa, Paula Díez, falleció con 88 años de edad.

Don Ángel Alonso gozó de una gran salud hasta su muerte. No padeció enfermedad alguna y, como decía con cierto sarcasmo, «a pesar de fumar como un carretero», que es lo que fue en su vida de Espinama. Durante varias décadas y hasta unos días antes de fallecer, llegó a fumar entre diez y doce purillos entrefinos. Entre sus aficiones destacaba su pasión por jugar a la lotería desde que residía en Santander. Todas las semanas se trasladaba a Castañeda, a casa de su hijo Abilio. Al terminar su última estancia dijo, ante la sorpresa de la familia: «Me despido de esta santa casa a la que ya no volveré». Don Ángel murió a la semana siguiente.

Cuando cumplió los cien años fue homenajeado por la Asociaciones Lebaniegas de Santander y Torrelavega, además de recibir recientemente otro homenaje por su participación en el desembarco de Alhucemas.

Descanse en paz don Ángel Alonso Mendoza.

Abilio Alonso Díez